5 Errores Frecuentes En Amigurumis Que Puedes Corregir Si Estas Empezando.
Si estás empezando en el mundo del crochet de amigurumis, es fácil dejarse llevar por la emoción y cometer errores comunes que pueden frenar tu progreso. A lo largo de mi experiencia, he aprendido que evitar ciertos hábitos y enfoques puede marcar una gran diferencia en tu aprendizaje. Hoy quiero compartir contigo 5 cosas que no haría si estuviera comenzando hoy en el mundo del crochet de amigurumis. Estos consejos te ayudarán a disfrutar más de cada proyecto, mejorar tus habilidades y, lo más importante, ¡sentirte motivado para seguir creando!

1 . No compraría hilos de mala calidad

Al comenzar, cometí el error de usar hilos demasiado delgados o peludos, lo que hizo que mis primeros proyectos de amigurumi fueran muy difíciles de manejar. Este es un de los errores más comunes que debemos evitar. Los hilos finos o con mucha pelusa pueden hacer que el tejido sea irregular y difícil de controlar. Además, no son tan fáciles de trabajar en términos de tensión, lo que puede afectar la forma de tu amigurumi.
Con el tiempo, aprendí que lo mejor es invertir en hilos de buena calidad, preferiblemente de algodón, que son más firmes y fáciles de trabajar. Los hilos bien definidos no solo hacen que tu trabajo sea más prolijo, sino que también ayudan a que el amigurumi mantenga su forma, y el acabado final se ve mucho más profesional. ¡La calidad del hilo marca la diferencia!
2. No ignoraría la tensión del hilo
Uno de los aspectos más importantes al tejer amigurumis es aprender a controlar la tensión del hilo. Si no tienes la tensión adecuada, puedes encontrarte con varios problemas. Si el hilo está demasiado flojo, el amigurumi perderá su forma y se verá desordenado, incluso puede resultar en agujeros visibles entre los puntos. Además, puede ser más difícil rellenar el amigurumi de forma uniforme.
Por otro lado, si la tensión es demasiado apretada, tejer puede volverse muy complicado. Los puntos pueden quedar tan compactos que será casi imposible pasar la aguja, y, lo peor de todo, puede dañar el hilo o causar incomodidad en tus manos y muñecas. Además, un tejido muy apretado puede hacer que el amigurumi quede rígido y difícil de moldear.
Para encontrar la tensión adecuada, te recomiendo practicar desde el principio con diferentes hilos y agujas, y siempre estar atento a la forma que va tomando tu proyecto. Si notas que está quedando más suelto o apretado de lo que deseas, ajusta la tensión en cada vuelta. Con el tiempo, aprenderás a reconocer la tensión perfecta que te permitirá crear amigurumis más prolijos y con la forma adecuada.
3. No dejaría los marcadores de lado

Uno de los errores más comunes al comenzar con el amigurumi es no usar marcadores de vuelta. Al principio, me negaba a usar marcadores porque pensaba que no eran necesarios, pero rápidamente me di cuenta de que contar las vueltas sin ellos es un verdadero caos. Sin un marcador, es muy fácil perder el conteo, lo que puede arruinar la simetría de tu amigurumi y complicar la creación de formas precisas. Los amigurumis suelen ser proyectos con muchas vueltas en espiral, y si no llevas un buen control de cuántas has hecho, es fácil terminar con una pieza que no tiene la forma que esperabas.
Los marcadores de vuelta son simples pero poderosos. Se colocan al final de cada vuelta para marcar el punto de inicio y así llevar un registro exacto de tu progreso. Además, hay diferentes tipos de marcadores, desde los clásicos de plástico hasta los de seguridad o tipo pinza, y cada uno tiene su utilidad según el proyecto. Yo recomiendo tener al menos uno en cada trabajo, e incluso si la pieza tiene muchos detalles, como partes de una cara o un cuerpo con múltiples aumentos, puedes usar más de uno para dividir las vueltas y no perderte.
Con los marcadores, te será mucho más fácil mantener la simetría en todo tu amigurumi, y el resultado final será mucho más limpio y profesional. Además, ahorrarás tiempo y frustración, ya que no tendrás que deshacer o corregir las vueltas constantemente. ¡Nunca subestimes el poder de un buen marcador!
4 No me obsesionaría con la perfección
Cuando comencé a tejer amigurumis, caí en la trampa de querer que cada pieza fuera perfecta desde el principio. Me frustraba al ver que mis primeros proyectos no quedaban como los de los tutoriales o las fotos de Instagram. Las formas no eran simétricas, los detalles no encajaban bien, e incluso algunos puntos quedaban irregulares. Pero pronto me di cuenta de algo importante: ¡no hay un amigurumi perfecto! Al principio, la idea de la perfección puede ser intimidante y desalentadora, y la realidad es que cada error que cometí fue una lección valiosa.
Es natural querer que todo quede impecable, pero lo más importante al principio es disfrutar del proceso. El amigurumi es un arte, y como todo arte, está lleno de imperfecciones que lo hacen único. En lugar de obsesionarme con hacer algo sin fallos, aprendí a aceptar esos pequeños detalles como parte de mi crecimiento y aprendizaje. Cada pieza que hacía me enseñaba algo nuevo, ya fuera sobre cómo mejorar mi tensión, cómo contar mejor las vueltas o cómo ajustar los detalles.
Lo que realmente importa es que te diviertas mientras aprendes y te dejes llevar por la creatividad. La perfección vendrá con el tiempo, pero no es lo que debe frenar tu entusiasmo. En vez de ver los errores como fracasos, deberías verlos como oportunidades para mejorar. Con el tiempo, tus amigurumis se volverán más prolijos, pero lo más importante es que hayas disfrutado del viaje, y cada error tendrá su propio valor y te acercará a la siguiente creación.
Así que, relájate y recuerda: el perfeccionismo no debe ser un obstáculo, sino una motivación para seguir creando.
5 No subestimaría la importancia de un una buena aguja

Al principio, pensaba que cualquier aguja serviría, pero pronto me di cuenta de que la elección de la aguja es fundamental. Usar el tamaño adecuado para el hilo que estás utilizando es crucial, este consejo es muy importante porque te permitirá trabajar con mayor comodidad y obtener el acabado deseado. Si la aguja es demasiado grande o pequeña para el hilo, el tejido puede quedar demasiado suelto o, por el contrario, demasiado apretado, lo que afecta la forma y la textura de tu amigurumi .
Este error es muy común y puede afectar al momento de querer ofrecer tus amigurumis, si tienes pensado en venderlos . Además, es importante considerar el tipo de aguja. Optar por una aguja ergonómica es una excelente inversión, especialmente si planeas tejer durante largos períodos. Las agujas ergonómicas están diseñadas para reducir la tensión en las manos y muñecas, lo que puede hacer que la experiencia de tejer sea mucho más cómoda y agradable. Cambiar a una buena aguja, de tamaño adecuado y con un diseño ergonómico, transformará tu forma de trabajar y mejorará considerablemente la calidad de tus proyectos.
Si estás empezando en el mundo del amigurumi, recuerda que cada paso que des, incluso los errores, te acercará más a mejorar tus habilidades. La paciencia y la práctica son clave. No te desanimes si al principio no todo sale como esperabas; lo importante es seguir aprendiendo y disfrutar del proceso creativo. Relájate, juega con los hilos y, sobre todo, celebra cada pequeño logro. ¡Tejer amigurumis es un viaje lleno de magia y descubrimientos!
¿Cuál de estos tips te fue más útil o qué error cometiste al comenzar? Cuéntame en los comentarios, ¡me encantaría saber tu experiencia!
Deja una respuesta